18.9.14

Novadefotografía. Una sección de Rafa González-García.



 
Aunque pueda parecer innecesario por lo obvio, saber el significado de la palabra fotografía nos revela la más importante lección: el objeto a fotografiar debe estar bien iluminado. Es costumbre pensar que podemos fotografiarlo todo; pero aunque es cierto, si aquello que queremos recoger en nuestra cámara no goza de la iluminación óptima y suficiente, bien de forma natural o artificial, el resultado no será el esperado. ¿Por qué sucede esto? Básicamente porque creemos que la cámara de fotos procesa la información de la misma forma que nuestro ojo humano, y no es así. El rango dinámico y la capacidad de ver que posee el hombre (y otros animales) es superior a cualquier aparato. Además de que la medición de la luz es diferente. Me explico.

Seguro que habrás intentado hacer una fotografía a alguien en la ventana, como el famoso cuadro de Dalí Figura en una finestra. Esto se llama «contraluz» y es una de las situaciones más difíciles de solventar debido a que la luz es tomada o medida, o del vano, o de la parte interior de la habitación. De tal modo, si elegimos la primera opción, el interior saldrá oscuro (subexpuesto), y si optamos por tomar la luz de dentro, la ventana sabrá con demasiada luz (sobrexpuesta o quemada). Si a esto le sumamos que generalmente disparamos nuestros aparatos fotográficos en el modo automático, cualquiera sabe cuál puede ser el resultado…

El ejemplo de contraluz en la ventana es uno de los más extremos, pero a veces creamos este tipo de situaciones o parecidas de manera innecesaria. Cuando alguien te pide que le hagas una foto, por regla general, te llevas la cámara al ojo (si tiene visor óptico, pues la moda actual es ver a través de la pantalla) y clic. Si haces esto corres el riesgo de no situar correctamente a la persona a quien deseas tomar el retrato. Si ésta se posiciona con el sol o la luz principal tras de ella, a no ser que salte el flash (y si está lo suficiente cerca como para que le alcance su luz), la cara y el resto del cuerpo aparecerán oscuras (subexpuestas). Procura, siempre que puedas, situarte con el sol o la fuente de luz a tu espalda, y el sujeto u objeto que quieres captar bien iluminado.




Otro consejo importante, especialmente para quien revela las fotos en color es saber a qué hora del día y en qué condiciones hacerlas. Si el cielo está despejado cuando el sol está en su apogeo, la luz es demasiado fuerte y crea contrastes que perjudican la toma. La temperatura de color (sintetizando mucho, más amarillenta o más azulona) y las tonalidades son más suaves, cálidas y bellas cuando amanece y al atardecer. Esos tonos rojizos se deben a la forma de las ondas de color rojo, que llegan más lejos que el resto. Si el cielo está nublado atenúa a cualquier hora la fuerza de los rayos solares, por lo que podríamos hacer fotos a cualquier hora, aunque tampoco gozaríamos de la misma situación que cuando comienza y termina el día. En tal caso, con nubes, los tonos son más plomizos aunque mejores que a plena luz del mediodía.



Con la fotografía en blanco y negro el momento en que se hace la toma importa algo menos, de ahí que muchos fotoperiodistas deciden este estilo porque no pueden elegir el momento en el que suceden los hechos.



Recuerda, fotografía significa escribir con luz, de modo que si estás a oscuras o tienes poca iluminación, es como si tuvieras una pluma sin tinta o a punto de gastarse.


Artículo original en Novadehistoria.com: ¡Haz click aquí!

Canal YouTube

Lo más leído

Powered by Blogger.

- Copyright © BlogStudio360 -Metrominimalist- Powered by Blogger - Designed by Johanes Djogan -