30.9.13

Desde Plaza Arriola. La Editorial de ProStudio360, por Javi Rando.


Suena a tópico, pero no hay nada como la satisfacción de un cliente. Los que formamos parte de este embrollo tenemos claro que cada piedra en el camino supone dar un paso más de encontrarnos en ese punto. Nuestra voluntad no tiene límites si se trata de hacer llegar un paquete al destino y en este primer post os queríamos contar algunas curiosidades de nuestro día a día.

El último anecdotario nos lleva a un barco carguero en Sevilla que, surcando el Guadalquivir, desemboca en el Océano Atlántico para transportar productos FotoQuantum hasta Tenerife. Los costes de los envíos insulares son abusivos y por ello no trabajamos con las Islas Canarias. Sin embargo, en este caso decidimos hacer una excepción y fue completamente emocionante el proceso. Dependíamos de hasta tres compañías de mensajería distintas y, en alta mar, el paquete vivió en su particular limbo hasta tocar tierra. Todos respiramos.

Imagino a cualquiera de nosotros convertido en un Tom Hanks extremadamente barbudo por un momento. En una isla desierta durante años, aquella pelota de voleibol llamada Wilson sería un FotoQuantum Flash de 500W. No sé, llamémosle Stefan. Supongo que entre tanto tiempo al menos acabaría sabiendo cómo Stefan se lo monta para que su “softbox no se enfade cuando queda con la Beauty Dish para pasar un buen rato”. Sea como fuera, al igual que en Náufrago, aquel paquete seguro que sería entregado. Cada uno de nuestros envíos tiene su historia, y nos gusta creer que estas son igual de emocionantes.

Si nos quedamos con una constante es la de quién necesita un producto de hoy para mañana. Una motivación que nos mantiene como una empresa de acción/reacción, a sabiendas de la que idiosincrasia de nuestros clientes tiene ese componente especial. Nos gusta sentirnos parte de esa mecánica de supervivencia y supone un reto continuo. Por muy mecanizado que tengamos el proceso, cuando aceptas cumplir peticiones en menos de 24 horas acabas jugando a la ruleta rusa, como Cristopher Walken en El Cazador.

No es que pasemos por ser una nueva generación de Chuck Norris del mercado de accesorios fotográficos. En plan, Los Mercenarios. De hecho prima el aspecto egoísta de nuestra naturaleza humana. Y es que en el proceso nosotros acabamos ganando cuando sentimos el feedback de los clientes. ¿Os acordáis de Monstruos S.A? “La risa es diez veces más fuerte que los gritos”, decía Michael Wazowski.

De eso hemos aprendido a alimentarnos como empresa.


Canal YouTube

Lo más leído

Powered by Blogger.

- Copyright © BlogStudio360 -Metrominimalist- Powered by Blogger - Designed by Johanes Djogan -